miércoles, 29 de diciembre de 2010

- No entiendo como alguien puede ser tan ruin, tan mezquino en su interior.

- No pretendo que me entiendas, no pretendo que nadie me entienda, te he fallado, ¿para que pedir las disculpas? ¿Para actuar como si no hubiera pasado nada?, ¿como si no hubiera faltado a tu confianza?, ¿acaso al pedir disculpas va a desaparecer mi error?

- No, y no te pongas a la defensiva, no sólo me has fallado a mi, tu maldad va más allá, parece que te alimentes del sufrimiento de las otras personas, no es que no conozcas el concepto llamado empatía, sino que disfrutas, disfrutas de las desgracias ajenas, el odio te da fuerzas, ¿acaso buscas la felicidad a partir de la desgracia?

- Creo que ya he tenido suficiente, es inútil decir que todo lo demás no lo hice adrede, no sé el motivo que me impulsó, no sé porqué albergo odio, hay veces que no sé quien soy, y creo que sería inútil argumentar mi ignorancia al último acto, es osadamente egocéntrico justificarme como víctima de mi inconsciente ineptitud.

- No, tienes razón, no tienes derecho a llamarte víctima.

- ¿Algo más?

- Si, se le puede llamar mala persona al sujeto que hace daño hasta a la gente que está a su lado.

- Buenas noches remordimiento.