martes, 22 de junio de 2010

-Te odio, si, has escuchado bien, te odio y mucho, claramente, sin tapujos, es la verdad. Ni se te ocurra preguntar el porqué, porque lo sabes. Me haces estremecer, tu aliento eriza mi piel, tu presencia me provoca frío, una simple palabra pronunciada por usted hace que mi mundo tiemble, que mi mente desaparezca y hable mi subconsciente, haces que sea todo nervio, que actue tal y como soy, haces que muera cada vez que pasas de mi, siempre te empeñas en ocupar toda mi mente, haces que mi cuerpo necesite el sabor de tus labios...

-Lo siento, no se de lo que me hablas.

-Ya se que tú nunca entendiste ese extraño sentimiento.

-Amor..